Gracias a la ardua labor del Presidente Uribe y su equipo de gobierno, cientos de miles familias colombianas pudieron cumplir el anhelo toda una vida: una vivienda digna para albergar a sus hijos y, por supuesto, para pasar su vejez.

Vivienda y Saneamiento Básico

El concepto de vivienda y saneamiento básico está íntimamente ligado al amparo de derechos como la dignidad, la salud, la intimidad, la educación, la seguridad física y la protección de menores y adultos mayores.

Lo anterior implica que toda vivienda debe contar con acceso a agua potable, energía, gas, instalaciones sanitarias y un correcto sistema para la eliminación de desechos.

Adicionalmente, debido a la enorme cantidad de encadenamientos productivos que arrastra (cemento, hierro, acero, cerámica, madera, tubería, vidrio, ladrillos, grifería, iluminación, electricidad, albañilería, ingeniería, arquitectura, maquinaria, etc.), el desarrollo de vivienda constituye uno de los más importantes motores de crecimiento económico y generación de puestos de trabajo en cualquier economía.

Pues bien, en 2002 y siendo aún candidato a la Presidencia de la República, Álvaro Uribe plasmó su plataforma programática en el “Manifiesto Democrático – 100 puntos”, documento en el cual suscribió su voluntad indeclinable de convertir a Colombia en un País de Propietarios y, con ello, darle un impulso sinigual al desarrollo de proyectos de vivienda en el país.

En consecuencia, al llegar a la Casa de Nariño el Presidente Uribe y su equipo de gobierno adoptaron un conjunto de reformas institucionales y normas que resultaban fundamentales para el logro de sus metas en materia de vivienda, a saber:

  • Liquidación en 2002 del Instituto Nacional de Vivienda de Interés Social y Reforma Urbana (INURBE), entidad plagada de burocracia, ineficiencia y malos manejos de los recursos de vivienda de interés social.
  • Promulgación del Decreto 555 de 2003, mediante el cual se ordenó la creación de Fonvivienda, vehículo liviano, transparente y eficiente dispuesto para el diseño y ejecución de todas las políticas orientadas a satisfacer las necesidades de vivienda de la población colombiana.
  • Firma del Decreto 1787 de 2004, mediante el cual se reglamentó de forma adecuada la figura de Leasing Habitacional, instrumento esencial para darle dinamismo al mercado de vivienda nueva.
  • Cláusulas en el Plan Nacional de Desarrollo 2003 – 2006 (Ley 812 del 2003) mediante las cuales se estableció que en aras de acceder al Subsidio Familiar de Vivienda sería necesario la disposición de un ahorro programado por parte del beneficiario, habilitando las cesantías de la persona para la constitución de dicho ahorro.
  • Disposiciones en el Plan Nacional de Desarrollo 2007 – 2010 (o Ley 1151 de 2007) mediante las cuales se formularon y reglamentaron los Macroproyectos de Vivienda Interés Social Nacional, concepto novedoso y colosal a la hora de generar soluciones de infraestructura de vivienda, calidad de vida, crecimiento económico y puestos de trabajo.

Todo lo anterior fue lo que permitió al Presidente Uribe volver realidad el sueño de cientos de miles de familias colombianas de ingresar al País de Propietarios y, de este modo, no sólo obtener un techo propio, sino también un techo digno y con condiciones adecuadas de saneamiento básico. 

Los resultados lo dicen todo:

  • Mediante el programa Vivienda Saludable y a través de reparaciones y mejoras en baterías sanitarias, cocinas y pisos, se mejoraron las condiciones de salubridad de 15 mil hogares.
  • A través del programa Titulación de Predios Fiscales se entregaron títulos de propiedad a 242 mil familias de escasos recursos que los venían ocupado de manera ilegal.
  • Otorgamiento de 25 mil subsidios por 190 mil millones de pesos a familias colombianas en situación de riesgo no mitigable o que habían sido afectadas por desastres o calamidades públicas.
  • Entrega por parte de Fonvivienda de 117 mil subsidios habitacionales para familias en situación de desplazamiento.
  • Ejecución 10 Macroproyectos de Vivienda de Interés Social, los cuales dispararon la oferta de suelos urbanizados en Colombia con más de 100 mil soluciones de Vivienda de Interés Social y Vivienda de Interés Prioritario (VIS y VIP).
  • Aceleración sin precedentes en los créditos de vivienda bajo la figura de Leasing Habitacional, pasando de sólo 356 en 2002 a casi 6 mil en 2010.
  • Suscripción de convenios entre el Gobierno Nacional y el Fondo Nacional de Garantías (FNG), el Fondo Nacional del Ahorro, múltiples cajas de compensación familiar, Camacol, la Superintendencia Financiera, Fedelonjas, Findeter y cinco Alcaldías por $5.4 billones de pesos; recursos que permitieron originar más de 180 mil créditos para la construcción, el mejoramiento y la adquisición de Vivienda de Interés social.
  • No en vano entre 2002 y 2009 el porcentaje de la población colombiana con Necesidades Básicas Insatisfechas se redujo en casi 5 puntos porcentuales.
  • Puesta en marcha del programa Modernización Empresarial, a través del cual se brindó apoyo permanente a nuevas empresas comunitarias, con el fin de mejorar la eficiencia, sostenibilidad y viabilidad de las empresas prestadoras de servicios públicos.
  • Constitución de 321 empresas comunitarias con el fin de democratizar, viabilizar, modernizar, darle sostenibilidad y ampliar el acceso a los servicios de acueducto y alcantarillado a miles de familias en diferentes regiones del país.
  • Inversión de más de $2.2 billones de pesos para la realización de obras en el sector de agua potable y saneamiento básico, las cuales incrementaron significativamente la cobertura y calidad de estos servicios en el país. 
  • Tanto así, que para 2010 el 84,3% de los hogares colombianos contaban con acceso a métodos de saneamiento adecuados (fuente: DANE).

En síntesis, gracias a la ardua labor del Presidente Uribe y su equipo de gobierno, cientos de miles familias colombianas pudieron cumplir el anhelo toda una vida: una vivienda digna para albergar a sus hijos y, por supuesto, para pasar su vejez.

Fue, sin lugar a duda, un legado descomunal el que Álvaro Uribe le dejó a una cantidad nunca antes vista de madres cabeza de hogar, adultos mayores, niños y niñas en condición de vulnerabilidad, víctimas del desplazamiento y jefes de hogar en situación de pobreza, quienes finalmente pudieron encontrar un techo seguro y propio, con estándares de calidad dignos y un acceso adecuado a los servicios públicos.

Desde luego, fue así como el Presidente Uribe cumplió con ese País de Propietarios que soñó y concibió desde su Manifiesto Democrático.