Testimonios Manipulados

LA VERDAD SOBRE LOS TESTIMONIOS MANIPULADOS

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No ha sido Álvaro Uribe sino sus más virulentos enemigos quienes se han dedicado a recorrer cárceles en el país y el exterior buscando falsos y espurios testimonios que permitan involucrar al Presidente Uribe con grupos paramilitares. Por ejemplo, reconocidos paramilitares han señalado al Sr. Iván Cepeda de haber acudido a sus centros de reclusión a presionar, manipular y ofrecer prebendas judiciales y económicas a cambio de falsos testimonios en contra del Presidente Uribe, su familia y sus copartidarios.

Uno de estos casos es el del antiguo paramilitar y narcotraficante Juan Carlos Sierra, alias El Tuso Sierra. En octubre de 2018 el Sr. Sierra declaró públicamente que en 2010 el Senador Iván Cepeda, acompañado entre otras personas por Piedad Córdoba, lo habían visitado en la prisión federal en la que se encontraba recluido en Estados Unidos para entrevistarse con él y con el ex jefe de las AUC Salvatore Mancuso. Sierra confirmó que en esa ocasión el Sr. Iván Cepeda los inquirió por Álvaro Uribe, por su hermano Santiago y por su primo, el exsenador Mario Uribe.  Admitió que, sin pudor alguno, el Sr. Cepeda le ofreció asilo para su familia en Suiza o Francia si testificaba en contra del Presidente Uribe. El Sr. Sierra también reveló que, al salir de la prisión, se reunió con el periodista de asuntos judiciales Juan Carlos Giraldo, quien le informó que el entonces Fiscal Eduardo Montealegre, su Vicefiscal Jorge Fernando Perdomo y el entonces Magistrado de la Corte Suprema de Justicia, José Luis Barceló, lo mantendrían en Justicia y Paz a cambio de un testimonio en contra de Álvaro Uribe.

Otro caso es el de Ramiro de Jesús Henao, alias Simón, antiguo integrante del Bloque Metro de las Autodefensas Unidas de Colombia. En febrero de 2018 se dio a conocer un video de 2014 en el cual el Sr. Henao señala a Iván Cepeda de haberlo buscado en 2012 para ofrecerle asilo político y otros beneficios si declaraba que el Presidente Uribe había ordenado y estado presente durante el asesinato de un guerrillero en 1997, crimen perpetrado en ese entonces por el Bloque Metro en el municipio de Vegachí, nordeste del departamento de Antioquia.

Por otro lado, el Sr. Gabriel Muñoz Ramírez, alias Castañeda, también exintegrante del Bloque Metro y condenado a 40 años de prisión por su responsabilidad en más de 500 homicidios, declaró hacia 2015 ante la Procuraduría General de la Nación que Iván Cepeda lo había visitado en la cárcel de Itagüí el 30 de mayo de 2013, ofreciéndole beneficios carcelarios y asilo político a su familia. ¿A cambio de qué? Nuevamente, a cambio de declarar en contra Álvaro Uribe, esta vez afirmando que Uribe hacía política en el nordeste de Antioquia con el apoyo de alias Doble Cero y alias Jota, quienes en ese entonces fungían como cabecillas del Bloque Metro. Alias Castañeda incluso testificó que el Sr. Cepeda le quería facilitar la vida proporcionándole el libreto de lo que tendría que decir en contra de Álvaro Uribe, a quien, por lo demás, confesó no conocer.

Pero hay más.

En 2017 Carlos Enrique Vélez, alias Comandante Víctor, declaró ante la Corte Suprema de Justicia que presenció ofrecimientos de prebendas y presiones por parte del Sr. Iván Cepeda a algunos reclusos en la misma cárcel en donde se encontraba purgando su pena para que declararan en contra del Presidente Uribe y su hermano Santiago. No debe sorprender que más adelante haya cedido a la presión y modificado su testimonio.

En junio de 2018 Elmo José Mármol, alias El Poli, rindió testimonio ante la Corte Suprema de Justicia estableciendo que Iván Cepeda, en compañía de una abogada que acostumbra apoderar paramilitares, lo había visitado en 2009 en la cárcel de Cómbita – Boyacá, para que declarara en contra del Presidente Uribe. Indicó que en la reunión Cepeda le ofreció beneficios jurídicos y asilo en otro país junto a su familia. Es decir, el mismo modus operandi.

A finales de julio de 2018 y durante el juicio en contra de Santiago Uribe por el caso de los 12 Apóstoles, el antiguo integrante de las AUC Jesús Ignacio Roldán, alias Monoleche, el mismo que asumió responsabilidad por el asesinato de Carlos Castaño, señalo al exjefe paramilitar del frente Cacique Pipintá, Pablo Hernán Sierra, alias Alberto Guerrero, como la persona que le había ofrecido beneficios jurídicos y económicos a él, a alias Julián Bolívar y a alias El Alemán a cambio de testimonios que enlodaran a Álvaro Uribe y su hermano Santiago; ofrecimiento que venía en nombre del Senador Iván Cepeda. Indicó, además, que habrían sido por lo menos 40 paramilitares desmovilizados los que habrían recibido este tipo de ofrecimiento en la Cárcel de Itagüí.

Sin duda, se podría ir todo el día mientras se evacúa la lista completa de personas que han terminado involucradas en falsos testimonios en contra del Presidente Uribe a instancias del Sr. Iván Cepeda. Pues bien, de la noche a la mañana, lo que claramente es una grotesca conspiración criminal para enlodar con falsos testigos al Presidente Uribe terminó convertida en una causa penal en su contra.

En efecto, y aunque parezca increíble, la administración de justicia logró deformar los hechos, exonerar a Cepeda de las denuncias que Uribe había radicado en su contra por manipulación de testigos, convertirlo además en víctima y, peor aún, convertir al mismo Uribe, la verdadera víctima de todo este entramado criminal, en el supuesto victimario. ¿Cómo es eso posible? Acusando al Presidente Uribe y a su apoderado, el abogado Diego Cadena, de haber buscado manipular el testimonio del Sr. Juan Guillermo Monsalve, uno más de quienes integran la enorme lista de falsos testigos en contra del exmandatario, para inducirlo a que declarara en contra de Iván Cepeda. Ciertamente el mundo al revés.

Veamos la cronología de los hechos.

A principios de 2018 el Sr. Monsalve decidió, por su propia iniciativa, buscar personas cercanas al Presidente Uribe para manifestar que quería retractarse de unos señalamientos que había hecho en su contra y, adicionalmente, confesar la forma en que el Sr. Iván Cepeda lo había inducido al falso testimonio. Como es apenas lógico, Diego Cadena accedió a entrevistarse con el Sr. Monsalve, reunión que se llevó a cabo el día 22 de febrero de 2018 en la cárcel La Picota.

La reunión fue grabada ilegalmente por el mismo Monsalve usando un reloj para este cometido. Desde luego, en los audios de la reunión es claro que en ningún momento Diego Cadena le haya ofrecido prebendas o beneficios a Monsalve y menos aún, que le hubiera siquiera insinuado algo que estuviera por fuera de la legalidad. Esto es apenas natural como quiera que el mandato que recibió del Presidente Uribe fue obtener pruebas con apego total a la verdad y la Ley. En cualquier caso, el Sr. Monsalve le pidió al abogado Cadena seguridad y ayuda jurídica. Cuando Cadena le informó al Presidente Uribe sobre la petición de Monsalve, el Presidente Uribe le pidió que le dijera a Monsalve que solicitara esa ayuda públicamente a la Corte Suprema de Justicia.

En abril de ese mismo año el Sr. Enrique Pardo Hasche, vecino de celda de Juan Guillermo Monsalve, envió una carta a la Corte Suprema de Justicia en la que reveló los detalles de la forma en que el Sr. Iván Cepeda había logrado reclutar a Juan Guillermo Monsalve como testigo en contra del Presidente Uribe en temas de paramilitarismo. Adicionalmente, el Sr. Pardo Hasche reveló en la misiva que Juan Guillermo Monsalve se arrepintió de su testimonio en contra de Uribe al sentir que podían descubrir que había mentido, razón por la cual había tomado la decisión de contar la verdad, aunque eso significara perder los beneficios que había obtenido por medio de Iván Cepeda.

Debe invocarse también la declaración que el exparamilitar Fauner José Barahona, alias Racumín, dio durante una entrevista en la W Radio en octubre de 2019. No sólo afirmó que no le constaba que Álvaro Uribe hubiere tenido relación alguna con grupos paramilitares, sino que Juan Guillermo Monsalve se jactaba de que gracias al padrinazgo de Iván Cepeda y por haber hablado en contra de Uribe, había recibido beneficios y no lo iban a trasladar de su cómodo lugar reclusión.

Paradójicamente, en vez de proceder a acusar penalmente a Iván Cepeda por la protuberante y continuada manipulación de testigos en contra del Presidente Uribe, la Corte Suprema de Justicia aprovechó el relato de Monsalve para confeccionarle una causa penal al Presidente Uribe y su abogado Diego Cadena. Y, de paso, la Corte no sólo se abstuvo de acusar a Iván Cepeda en medio de las investigaciones en su contra por la manipulación de testigos, sino que lo convirtieron en víctima de Álvaro Uribe, quien pasó entonces de denunciante a acusado y victimario.

A partir de ahí se ha desatado un proceso penal en contra del expresidente plagado de anomalías y violaciones al debido proceso y su derecho de defensa. Su teléfono ha sido ilegalmente interceptado por la propia Corte, múltiples pruebas solicitadas por su defensa han sido negadas, testimonios contradictorios y carentes de credibilidad han sido admitidos sólo porque son en su contra, entre muchas otras aberraciones a lo que debió ser un proceso transparente y, sobretodo, en contra del real victimario y no de la verdadera víctima de todo esto.

En suma, he ahí un peldaño más que logran escalar los oscuros y tenebrosos enemigos del Presidente Uribe. Con ello no sólo avanzan en el asesinato moral que han pretendido perpetrarle, sino también en la consumación de lo que han fabricado en su contra desde hace mucho tiempo: la venganza con cárcel. Venganza que proviene, como es por todos sabidos, de quienes no le perdonan el haber frenado al narcoterrorismo en Colombia.