Bajo los principios del Estado Comunitario el funcionario enfrenta una permanente y pública rendición de cuentas ante el más implacable ente de control: la comunidad.

Estado Comunitario

El concepto de Estado Comunitario fue concebido por Álvaro Uribe como fundamento filosófico de todo gobierno legítimo, transparente y eficiente, como quiera que parte de una relación estrecha, abierta, continua y directa entre el gobernante y sus gobernados.

Es así como toda administración pública sincronizada con la tesis del Estado Comunitario:

  • Mantendrá un diálogo permanente, público y espontáneo – no desordenado– con todos los ciudadanos.
  • Romperá de esta manera la perniciosas intermediaciones y puentes burocráticos que suelen brotar entre gobernante o equipos de gobierno y el ciudadano del común.
  • Escuchará a la comunidad y la involucrará en la toma de decisiones y en la construcción de soluciones.
  • Rendirá cuentas continuamente de frente a los ciudadanos, sometiéndose en todo escenario a su vigilancia, sus denuncias y su auditoría social y Bajo un gobierno propio del Estado Comunitario se desencadenan enormes beneficios para toda la sociedad:
  • En primer lugar, se legitima el Estado porque al participar de las decisiones y las soluciones, al sentir que su líder es cercano y al tener voz directa para denunciar lo que no funciona bien, los ciudadanos perciben y viven una democracia directa; una democracia que va mucho más allá del sufragio electoral.
  • En segundo lugar, se fomenta la transparencia, la austeridad y la eficiencia a la hora de invertir y ejecutar los recursos públicos. Al fin y al cabo, bajo los principios del Estado Comunitario el funcionario enfrenta una permanente y pública rendición de cuentas ante el más implacable ente de control: la comunidad.

Ahora bien, fue a través del modelo de Consejos Comunitarios que el entonces Gobernador de Antioquia Álvaro Uribe implementó y llevó a la práctica por primera vez las tesis y los fundamentos del Estado Comunitario.

En efecto, el Gobernador y su equipo de gobierno visitaban todas las semanas algún municipio del departamento y allí abrían un espacio a toda la comunidad para escucharla y rendirle cuentas. Este modelo de Consejos Comunitarios en el departamento de Antioquia fue acompañado de consejos de seguridad que se llevaban a cabo diariamente y como primer punto en el orden del día del Gobernador.

Por supuesto, los principios rectores del Estado Comunitario también guiaron a Álvaro Uribe durante sus dos mandatos al frente de la Presidencia de la República. De hecho, al día siguiente de su posesión el Presidente Álvaro Uribe llevó cabo su primer Consejo Comunitario en la ciudad de Valledupar, en ese entonces sitiada y agobiada por las fuerzas del terror.

A partir de ese momento y hasta agosto de 2010 el Presidente Uribe llevó a cabo 306 Consejos Comunitarios a lo largo y ancho del país. Esto no incluye una cifra quizá superior de reuniones abiertas a la comunidad en escenarios de otra naturaleza: eventos gremiales y sindicales, consejos de seguridad, cabildos abiertos durante emergencias o desastres naturales, entregas de ayudas, reuniones en zonas rurales, entre muchos otros.

Incluso se calcula que el Presidente Uribe asistió a más de 3,600 horas de contacto directo con las comunidades. Tanto así, que se acabaron las grandes peregrinaciones a Bogotá de alcaldes y funcionarios municipales a rogar ante el Gobierno Nacional por soluciones urgentes y locales.

Más bien sucedía todo lo contrario: era el Presidente de la República y su gabinete quienes peregrinaban por todo el país para escuchar y atender a la comunidad.

En estas reuniones:

  • Había presencia de ministros y sus equipos de trabajo.
  • También acudían todas las autoridades civiles y militares del nivel departamental y de los municipios cercanos, junto con todos sus funcionarios.
  • Participaban igualmente los representantes elegidos por la comunidad en las corporaciones públicas: congresistas, diputados y concejales.
  • Se invitaba a la comunidad en pleno: líderes gremiales, líderes sociales, medios de comunicación, empresarios, comerciantes, estudiantes, maestros, agricultores, ganaderos y, en general, a los ciudadanos del común.
  • No existía guion o censura alguna.
  • Era el propio Presidente de la República quien moderaba y otorgaba la palabra.
  • Después de permitirle a los ciudadanos y las autoridades locales exponer sus necesidades, plantear riesgos y dificultades, así como presentar sus denuncias, el Presidente asignaba responsabilidades a los funcionarios de todo nivel, comenzando por sus ministros.

Esta, sin duda, fue una herramienta sumamente exitosa, propia del principio político de Estado Comunitario, que utilizó el Presidente Álvaro Uribe durante sus dos gobiernos para construir una administración cercana, humana, legítima, transparente, austera y eficiente.

El país pasó de ver un Presidente lejano y aislado en su despacho de la Casa de Nariño, a recibir en el seno de sus comunidades al mejor aliado de todos; uno que trabajó sin descanso para llevar soluciones a sus problemas y sus regiones.

En suma, fue la tesis de Estado Comunitario, concebida y puesta en práctica por el entonces Gobernador y posteriormente Presidente Álvaro Uribe, la que permitió que todos los colombianos estrecharan su mano firme y abrazaran su corazón grande.