El programa Familias en Acción reconstruyó y fortaleció la cohesión social de nuestro país, logrando que las familias de los sectores y regiones más vulnerables de todo el territorio nacional contaran con suficientes recursos para cuidar y fortalecer el capital humano de los niños de Colombia.

Familias en Acción

En toda comunidad existe un cimiento fundamental sobre el cual se sostiene la legitimidad de su forma de gobierno, de sus gobernantes y de sus instituciones: la Cohesión Social.

Ésta no es otra cosa que la percepción colectiva de equidad, fraternidad, solidaridad y empatía emanada de la eficacia, la justicia y la transparencia con que los gobernantes deben honrar el pacto social que cobija a los ciudadanos.

La Cohesión Social es la fibra que preserva el tejido social de una nación.

Cuando se trata de democracias, la Cohesión Social es condición necesaria de su estabilidad, legitimidad y sostenibilidad.

En efecto, cuando hay Cohesión Social es el propio constituyente primario el que justifica, defiende y protege sus instituciones democráticas, toda vez que éstas le inspiran arraigo, pertenencia y respeto. Es decir, cuando hay Cohesión Social es el mismo ciudadano, como soporte integral de la estructura democrática, quien autónomamente legitima y valida las instituciones de su república.

Ahora bien, el Presidente Álvaro Uribe siempre tuvo claro que no hay nada que menoscabe y erosione más la Cohesión Social de un país que la pobreza, la desigualdad, la carencia de oportunidades y las obstrucciones a la movilidad social.

Por lo tanto, y con su convicción indeclinable de fortalecer la Cohesión Social de nuestro país, el Presidente Uribe construyó una red de protección social alrededor en un programa maravilloso denominado Familias en Acción, el cual había sido creado en el año 2000 por el ex Presidente Andrés Pastrana.

Aunque en su génesis fue concebido como un programa de carácter temporal, de alivio a algunas regiones del país y con magros recursos presupuestales, el Presidente Uribe:

  • Lo volvió permanente.
  • Lo robusteció fiscalmente.
  • Lo amplificó y extendió a todo el territorio nacional.
  • Garantizó su naturaleza NO ASISTENCIALISTA, de tal manera que preservara su propósito de restaurar y fortalecer el capital humano de los niños más vulnerables de nuestro país.

En concreto, el programa Familias en Acción entrega únicamente a la madre del hogar un estipendio monetario mensual, pero condicionado al cumplimiento de estrictos requisitos que permiten comprobar la adecuada nutrición, salud y educación de sus hijos.

En efecto, el recurso está condicionado a que la madre:

  • Proporcione evidencia de la matrícula escolar del niño.
  • Pueda comprobar que el niño ha cumplido con todos los ciclos de vacunación, generalmente con el correspondiente carnet.
  • Asista con el niño a controles de talla y peso, demostrando que recibe una buena nutrición en casa.
  • Diligencie y obtenga los documentos de identidad del niño y su propia cédula de ciudadanía.

Sin duda, el programa Familias en Acción reconstruyó y fortaleció la Cohesión Social de nuestro país, logrando que las familias de los sectores y regiones más vulnerables de todo el territorio nacional contaran con suficientes recursos, y a su vez los invirtieran adecuadamente, a la hora de propender por el capital humano de los niños de Colombia.

Los resultados hablan por sí solos:

  • En 2002 y durante los primeros años el programa estuvo dirigido a las zonas rurales y municipios con menos de 100 mil habitantes.
  • En el año 2005 el ámbito se extendió a toda la población en situación de desplazamiento.
  • En el 2006 Familias en Acción se amplió a todos los centros urbanos del país.
  • En esta primera fase (2002 – 2006) el programa logró:
  • Un aumento de entre 15% y 19% en el consumo de bienes básicos en las familias beneficiarias.
  • Una reducción de 10% en la desnutrición crónica en niños de 0 a 2 años en zonas rurales.
  • Un aumento de 12% en la vacunación de los menores beneficiarios.
  • Un incremento significativo de la tasa de asistencia escolar en secundaria (jóvenes entre 12 y 17 años).
  • La reducción de 6% en el trabajo infantil de los niños entre 10 y 13 años en las áreas rurales del país.
  • Un incremento en cedulación de madres y registro de menores como nunca antes se había visto.
  • En el año 2008 Familias en Acción se extendió a comunidades indígenas.
  • Durante 2009 el programa se concatenó a un proceso masivo de bancarización de las familias beneficiarias en 229 municipios del país.
  • Para 2010 y ya finalizando el último periodo presidencial de Álvaro Uribe, 2.6 millones de familias estaban cobijadas por la protección de Familias en Acción.
  • En la segunda fase (2006 – 2010) el programa logró:
    • Amparar el    11%    de    las    familias    víctimas    de desplazamiento forzado en el país (347.195 familias).
    • Sacar de la extrema pobreza millones de colombianos.

No cabe duda de que el programa Familias en Acción fue el bálsamo con el cual el Preside Álvaro Uribe pudo restaurar, vigorizar y tonificar la Cohesión Social que tanto necesitaba Colombia.

Ciertamente, el Presidente Uribe logró que las Familias en Acción se convirtieran en familias cuyos niños y niñas, el mayor tesoro de Colombia, entraran a la vida con un campo de juego mucho más nivelado, mucho más justo y mucho más despejado.

Con un campo de juego con muchísimas más posibilidades de marcar goles de felicidad y bienestar. Y con ello alivió, recuperó y cohesionó el corazón de millones de familias colombianas.

Le mostró al mundo cómo es que realmente se teje la Cohesión Social de un país.